Un cierre que, aún con sus cabos sueltos y omisiones, supo impactar y conmover, gracias a cómo la serie mantuvo la mirada coherente sobre sus personajes.
La serie creada por Jon Bokenkamp enfrenta en estas entregas una sensación innegable de estiramiento de su premisa, aunque se las arregla para sostener el verosímil de su universo.
Esta serie de acción y espionaje es un objeto gritón y poco sutil, pero repleto de rasgos fascinantes y queribles, además un protagónico de James Spader en estado de gracia.